Desde la óptica del equipo NarcosLab, con base en las sugerencias recibidas en el proceso consultivo y las investigaciones adicionales -incluso comparaciones internacionales realizadas-, sugerimos algunas opciones que consideramos más acertadas y viables para el Museo.
Estas opciones solo corresponden a las opiniones de NarcosLab, alimentadas por todo el proceso de consulta, pero sin pretender ser excluyentes ni limitar las posibilidades a ellas.
- NarcosLab sugiere que el Museo de Antioquia incorpore la obra en su colección y no cederla al Museo Casa de la Memoria, por considerar que el Museo de Antioquia tiene con esta escultura una oportunidad potente para narrar una dimensión de la historia contemporánea del arte en Medellín, que en este momento no está siendo contada, pero que el Museo ha venido explorando recientemente.
- Entre las opciones que nos parecen pertinentes, y que el Museo ha venido considerando en el curso de este proyecto, está la opción curatorial de no exponer la escultura en su forma original vertical ascendente. En este sentido, y de manera relativamente tradicional, el Museo puede optar por instalar los tres fragmentos de La Familia en el piso de una pequeña sala del museo, rodeadas y complementadas con materiales y narrativas de contextualización. Con este fin, se puede apoyar, entre otros, en los contenidos producidos por este proyecto. Esta opción tiene la ventaja de que el Museo dedicará, de manera explícita, atención a este trágico capítulo en la historia de la ciudad, llenando de este modo un vacío en su colección y narrativa, que el Museo mismo ya ha identificado como un silencio incómodo sobre cómo operaron el arte, el mercado de artes, los artistas, coleccionistas y el mismo Museo en medio de lo narco.
- Esta opción puede llevar a que la sala se transforme en la más visitada, fotografiada y conocida del Museo, dada las dinámicas que se han venido generando en términos de narcoturismo en la ciudad. Desde el punto de vista de NarcosLab, dicho riesgo, no obstante, solamente fortalece la oportunidad del Museo de contribuir con una acertada curaduría a la necesidad de hacer pedagogía sobre nuestros patrimonios incómodos ligados con lo narco.
- Otra opción que NarcosLab identifica es instalar una de las tres partes de la escultura en el Museo (retomando para ello aspectos de la opción 1), y las otras dos piezas en otros lugares de la ciudad y, de esta manera, estimular y ofrecer a sus visitantes una especie de ruta arte y memoria por la ciudad. Esta opción se articula con la importancia de garantizar mayor inclusión de sectores de la ciudad que fueron muy impactados por lo narco.
- Esta opción requiere explorar las posibilidades de alianzas en territorio, con entidades y organizaciones de base como el Taller Arte en El Picacho, el Centro Cultural de Moravia, AgroArte en la Comuna 13, la Mesa de Derechos Humanos y Casa Amarilla de la Comuna 2, Crew Peligroso de la Comuna 4 y el Museo Casa de la Memoria, como co-creadores para la materialización de esta opción y así garantizar sostenibilidad en el proceso y de la obra misma.
- Finalmente consideramos, a partir de las exploraciones, contenidos e investigaciones realizadas para este proyecto por NarcosLab, que de manera complementaria o adicional a la curaduría que el Museo decida optar para La Familia, y dado el gran interés en la temática, oportuno y posible desarrollar una experiencia museográfica participativa, tipo laboratorio, que permita acercarse a diversas narrativas sobre la historia del narcotráfico y la cultura de lo narco para promover la emergencia de nuevos relatos con los públicos visitantes, orientados a la reflexión crítica, la construcción de memoria y a la transformación de los imaginarios.